La Femme Publique de ANDRZEJ ZULAWSKI es un hito cinematográfico, rico en imágenes extremas y emociones crudas. Veinticinco años después de su controvertido estreno en el Festival de Cine de Cannes, esta historia de una joven actriz en apuros conserva el poder de impactar incluso al cinéfilo más experimentado con su tono apocalíptico, violentamente estilizado. El destino de una mujer, dividido entre ángel y demonio... Una hora y 54 minutos de dolorosa felicidad, La Femme Publique araña el alma, abofetea los ojos y seduce como la vorágine que cada uno de nosotros esconde más allá de la conciencia. En resumen, La Femme Publique es imposible, peligrosa y empobrecedora. Zulawski no es un hombre de palabras; juega y hace malabarismos con la imagen, el color, el ritmo, el sonido, la música y esa desvergüenza indescriptible que roba de sus actores con tanta eficacia. Entre el humor y el paroxismo, La Femme Publique es una fascinante experiencia metafísica con una intensidad que hay que ver para creer. En pocas palabras, representa el cine en su forma más loca y brillante.